La moto acuática o náutica es una embarcación con un sistema de conducción parecido al de una motocicleta y propulsada por un motor de turbina en lugar de una hélice. En ningún momento el número total de personas a bordo de la moto y remolcadas podrá superar el de las plazas autorizadas por el fabricante.
El Real Decreto 875/2014, de 10 de octubre, por el que se regulan las titulaciones náuticas para el gobierno de las embarcaciones de recreo la define como artefacto flotante, de menos de 4 metros de eslora, que utiliza un motor de combustión interna con una bomba de chorro de agua como medio principal de propulsión, proyectada para ser manejada por una o más personas sentadas, de pie o de rodillas sobre los límites de un casco y no dentro de ellos.
Deben estar matriculadas en cualquier Capitanía Marítima y suscribir el correspondiente seguro de responsabilidad civil. Tanto la documentación del seguro como la Licencia de Navegación que acredita la formación necesaria para poder conducirla deben portarse a bordo de la moto. La formación es impartida por academias y el título habilitante es expedido por la federación de la Comunidad Autónoma.
Para poder conducirlas hay que ser mayor de edad ó tener, al menos, 16 años con el consentimiento escrito del padre, madre o tutor legal (que se deberá poder exhibir si lo requieren).
Tanto si la conduce como si va de pasajero deberá llevar puesto un chaleco salvavidas homologado. Además de todo lo anterior deberá observar una normas de navegación (reguladas en Real Decreto 259/2002, de 8 de marzo, que amplía las normas de seguridad establecidas en la Orden de 22 de julio de 1999). Entre otras se establece que el trayecto deberá efectuarse siempre fuera de las zonas de baño, balizadas o no. No puede acercarse a menos de 50 metros de otra moto, artefacto flotante, buques o embarcaciones, debiendo evitar la zona de buques fondeados. Únicamente se permite la utilización de las motos durante las horas de luz diurna y se deberán usar las motos sólo con buen tiempo y visibilidad.
